Con Etty Hillesum:
“Nuestra única obligación moral consiste
en desbrozar en nosotros extensos claros de paz y extenderlos poco a poco,
hasta que esa paz irradie a los demás. Y cuánta más paz haya en los seres,
tantas más habrá en este mundo en ebullición.”
Has puesto una hoz en la mano de mi alma
y me has vuelto los ojos hacia adentro:
"Siega - has dicho - hacia afuera, desde el centro,
las malas hierbas que ahogan tu alma".
Calle mi voz cuanto mi dicha ensalma,
que soy más yo cuanto más me descentro;
cuanto más interior, más rico el encuentro.
Con tiempo y silencio crece la palma.
Besada por las olas de tu mar,
al son de presencia y ausencia se baña
mi palma, mi alma, mis ansias de dar
el fruto que crece oculto en mi entraña:
superar el propio límite y amar
la suave brisa que me acompaña.